25 de
noviembre
La respuesta de las
distintas administraciones públicas ante la violencia
machista no sólo tiene que girar en torno a
las victimas, sino también obligando al gobierno a actuar con determinación en
este terrorismo sostenido en el que viven angustiadas miles de mujeres y en el
que terminan muriendo sin que nadie garantice su derecho a una vida digna.
Mueren por el sólo hecho de ser mujeres.
Y la juventud tiene mucho
que decir y también mucho que hacer.
Pensando en todo esto,
escribí un microrrelato: "los zapatos de Ana". Espero que te guste y
te haga pensar un poquito. Es la intención.
Si te parece, opina sobre
él. Gracias.
LOS ZAPATOS DE ANA
Ana es una niña que mira
por la ventana. Es de noche y llueve. Cuando llueve, es de noche, se está sola
y se es una niña, está claro que nadie te quiere. Mira las gotas sobre el
cristal, tienen un discurso entrecortado, como las voces de sus padres ahí
cerca, al fondo del pasillo. ¡Ojala pudiera ponerle una banda sonora, como en
el cine! El llanto de mamá sería música de violines y los
gritos de su padre cuando llega…es mejor cuando no llega. Entonces la banda
sonora es realmente buena.
Ana busca sus zapatos, los ve escondidos debajo de la
cama, asustados. Los zapatos están temblando. Saben que esta noche los ruidos cotidianos son más violentos “¿se habrá dado
cuenta Ana?” Los zapatos gimen
con preocupación. Ana ata los cordones. Abre la ventana y
trepa hasta el tejado. Sonríe porque allí, junto a la gran chimenea, están sus amigos. Se acerca corriendo, casi volando…le espera
una noche de juegos y aventuras.
Ya apenas escucha el
violín.
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